Cómo entender el "Golpe de Estado" en Bolivia
La renuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales abrió el domingo, una de las polémicas políticas y sociales más importantes a nivel internacional: ¿es o no su decisión, un Golpe de Estado?.
Morales denunció que tras las elecciones generales en octubre, se desató una ola de violencia en su contra acompañada por la petición de las fuerzas armadas para que dimitiera y así lograr la estabilidad del país.
Así Morales renunció desde Chimoré, argumentando que dejaba el mando del país en una situación de soberanía e independencia de Estado. Además explicó que su principal razón para hacerlo era poner fin a las agresiones que habían sufrido grupos sindicales por parte de la oposición encabezada por Carlos Mesa, ex candidato de la alianza Comunidad Ciudadana.
Precisó que dicho grupo opositor había quemado casas de funcionarios públicos, atacado a amigos y familiares de líderes indígenas y que por ello prefería renunciar a la presidencia.
Seguido de su decisión, también el vicepresidente Álvaro García Linera, dimitió y aseguró que estaría en "las buenas y en las malas" con Morales.
Ante el suceso el líder opositor Carlos Mesa, afirmó que había iniciado "el fin de la tiranía" y rechazó un Golpe de Estado. "Evo Morales era un candidato ilegal, nosotros participamos en la elección porque no había otro camino para derrotar al presidente autoritario", explicó.
Y es que tras las elecciones y luego de que Evo Morales reconociera su "triunfo", muchos pusieron en duda la legalidad de los comicios y lo acusaron de fraude. Incluso la Organización de los Estados Americanos (OEA), detalló irregularidades en el proceso electoral y concluyó que la primera ronda debía ser anulada.
Evo Morales respondió llamando a nuevas elecciones y solicitando al Congreso renovar el Tribunal Electoral, lo que para muchos significó que aceptaba su derrota y por ende parte del fraude que había cometido, aunque no lo aceptara públicamente.
Tras esta decisión, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, exigió la renuncia de Morales, antecediendo de alguna forma el posible Golpe de Estado que efectuarían.
Ante esto, políticos y líderes internaciones aseguran que entonces la acción del domingo de Evo Morales no fue más que una anticipación a lo que ya sabía que iba a suceder.
Sin embargo, otros aseguran que lo que se vivió en Bolivia no puede ser mas que un Golpe de Estado, pues el poder político fue tomado y en este caso "incitado" a dimitir por medio de agresiones.
El panorama que se vive en Bolivia pone en alerta a varios sectores en México debido a la similitud ideológica y política entre Evo Morales y Andrés Manuel López Obrador, quien al igual que él ha puesto en la agenda política el tema de reelección y revocación de mandato, así como la renovación o desaparición del Instituto Nacional Electoral.
Al contrario de otros países de Latinoamérica que se mantuvieron "al margen" del supuesto triunfo de Morales, el gobierno mexicano lo celebró y reconoció desde el primer momento pese a que no era un resultado oficial.
Tras la renuncia de Evo, el canciller Marcelo Ebrard condenó el "Golpe de Estado" y anticipó que México solicitará a la OEA una renuncia urgente respecto a la orden constitucional y democracia en Bolivia, dejando claro el derecho de asilo para Morales.
Mentira facciosa. El Presidente nunca ha puesta en ninguna agenda la relación.
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